17 Mar 15 hábitos para alcanzar la felicidad laboral
Muchos son los factores que condicionan la conformidad que tienen los trabajadores en sus respectivos puestos de trabajo, como por ejemplo, la remuneración, las posibilidades de crecimiento, el beneficio que obtienen, la flexibilidad de horarios, etc. A todos estos factores hay que sumarle otro de gran importancia, que es el grado de confort que proporciona el propio lugar donde desarrollan su actividad. Espacios bien acondicionados, agradables, luminosos, higiénicos y seguros, pueden favorecer enormemente la felicidad del trabajador respecto a lugares de trabajo que carezcan de buenas condiciones.
La V Encuesta Adecco sobre Felicidad en el Trabajo realizada por Adecco España el año pasado, revela que 6 de cada 10 trabajadores prefieren un menor salario a cambio de una mayor felicidad laboral. Por otro lado, el 97,7% de los encuestados considera que la felicidad laboral influye en el rendimiento, y afirma que un empleado feliz es más productivo.
El objetivo de esta entrada es dar a conocer una serie de hábitos y consejos que pueden ayudar a los trabajadores en la ansiada búsqueda de la felicidad laboral, así como una mayor productividad fruto de esta felicidad encontrada. Algunos de estos hábitos son:
1. Ser feliz en el día a día
Ser optimista, así como visualizar imágenes alegres todos los días y creer en que los objetivos pueden alcanzarse, ayudarán a conseguir el objetivo. Hay que ser felices en el presente con los recursos que se tienen. No se debe proyectar una felicidad hipotética en supuestos casos que no se han producido como podrían ser un aumento de sueldo o un cambio de jefe.
2. Dormir como mínimo 6 horas diarias y realizar descansos durante el día
El trabajador necesita un mínimo de 6 horas de sueño para generar la energía suficiente para afrontar el día, así como para ser capaz de procesar la información y llevar a cabo la jornada con plenas garantías. La realización de pequeños descansos durante la misma, ayudará a desconectar y aumentar la productividad cuando se retome la actividad.
3. Cuidar la salud y llevar una buena alimentación
Es necesario realizar exámenes y visitas médicas periódicas para conocer el estado del cuerpo, así como la práctica de algún deporte o ejercicio. Llevar a cabo una buena alimentación también puede ayudar al cerebro a conseguir la energía que necesita para rendir y concentrarse. Las deficiencias alimentarias bajan la productividad y afectan a la salud laboral.
4. Cambiar las rutinas
Es importante desechar las malas prácticas. Un buen método es emplear la técnica de los 21 días, donde se inician nuevas costumbres durante ese periodo, si no funciona o no estamos contentos con la práctica elegida, probamos con otra.
5. Gestionar bien el tiempo
Crear una lista de prioridades y empezar las labores menos agradables al inicio del día, pueden ayudarnos a hacer más llevadera la jornada laboral.
6. Valorar a tus compañeros y predicar con el ejemplo
A lo largo del día, se pasan muchas horas con nuestros compañeros y jefes, por tanto, es muy importante conectar con ellos y crear un gran clima de trabajo. Compartir sonrisas y mostrar interés puede ayudar mucho a conseguir ese buen clima que se pretende. Por otro lado, a la hora de proceder, será importante que actúes tal y como esperas que los demás actúen hacia ti.
7. Entablar buenas relaciones
No hay que cerrarse a la posibilidad de conocer nuevas personas. Generar empatía y evitar los temores, puede resultar muy importante a la hora de relacionarse con gente antes desconocida que merece realmente la pena.
8. Hacer de tu puesto de trabajo un espacio personal
Nada como un espacio de trabajo que te haga sentir agusto, ya que son muchas las horas que se pasan en ese mismo lugar. Un lugar agradable, sano y personalizado con pequeños detalles, ayudará a rendir mejor.
9. Tener actitud positiva y rodearse de gente optimista
La felicidad y la alegría se contagian, por este motivo, compartir momentos con gente llena de vitalidad y positivismo puede aportar esa energía que en ocasiones uno es incapaz de conseguir por cuenta propia.
10. Actuar con pasión
Al igual que tus compañeros pueden contagiar al resto su alegría y felicidad, disfrutar cada aspecto del trabajo y transmitirlo a los que te rodean, puede provocar el mismo efecto hacia ellos.
11. Compartir las preocupaciones
Muchas veces se tiene cierto reparo a compartir las inquietudes, miedos, preocupaciones y necesidades insatisfechas en el trabajo. Tratar con naturalidad estos temas con algunos compañeros, puede ayudar enormemente a normalizar la seriedad o gravedad con la que se vive ese problema, e incluso puede suponer un gran apoyo moral a la hora de afrontarlos.
12. Actitud flexible ante posibles cambios
No se deben afrontar los cambios con pánico o incertidumbre. El aprendizaje está muy ligado a los cambios. Estas situaciones inesperadas enseñan más y pueden suponer una mayor importancia que la experiencia o los conocimientos teóricos.
13. Conocerse a uno mismo
Tener presentes tus limitaciones y defectos, así como tus talentos y potencialidades, ayudan a afrontar de manera realista y objetiva no sólo los desafíos relacionados con el trabajo, sino también otros aspectos relacionados con distintas facetas de la vida.
14. Ahorrar parte de los beneficios
Organizar responsablemente el dinero cada mes de forma que se ahorre siempre una parte, puede suponer la obtención de una base financiera sólida para etapas de insatisfacción laboral futuras.
15. Vivir el presente
Mientras la vida pasa, muchas personas lamentan lo sucedido en el pasado o fantasean con un futuro impredecible. Las personas que tratan de disfrutar cada momento y vivir el presente, perciben la realidad con una mayor objetividad y claridad.
Imagen: depositphotos
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